La grandeza de quedar último

Pocas veces se presta atención al que ocupa el farolillo rojo de un GP de Fórmula 1, a no ser que sea un piloto que lucha por ganar y ha tenido algún percance que le ha relegado hasta esa posición. Esta vez no es ese el caso. El que ha quedado último en el GP de Malasia disputado hoy a la mañana, merece una felicitación por todo lo que ha luchado.
Pedro Martínez de la Rosa es feliz con acabar una carrera. Sí, esa es la alegría de HRT, acabar un GP y hoy la alegría es doble, porque sus dos coches han visto la bandera a cuadros, después de 56 vueltas con lluvia, cambios de neumáticos, bailes en boxes, poca visibilidad, en definitiva con un GP muy caótico. Eso se merece una celebración más grande todavía.
De la Rosa se ha bajado del coche y le ha dedicado la carrera a su hija Luna por su cumpleaños. Con una sonrisa dibujada en la cara ha dicho "Papi no ha ganado, pero casi".
El piloto español sabe que a HRT le queda mucho trabajo por hacer todavía. No habían podido ensayar los pit stops y el primero ha sido un poco desastroso, pero después han cogido el truco y han mejorado. HRT no pudo correr en Australia y hoy en el equipo español había que empezar de cero, probando todo lo que no habían podido probar hasta ahora. No les ha ido mal en su estreno, han podido acabar la carrera, sí, últimos, pero han llegado hasta el final y otros no han tenido esa suerte.
HRT trabajará para mejorar y abandonar los dos últimos puestos, necesitan algo más que la ilusión para conseguirlo, pero la tienen. Con esfuerzo, ilusión y ganas mejorarán y eso a De la Rosa le sobra, sin ninguna duda.