domingo, 30 de octubre de 2011

Homenaje a Marco Simoncelli

Ha pasado una semana y todavía cuesta asumirlo. Toca hacerse a la idea de que sus rizos ya no se pasearán por el paddock. Todo esto es tan complicado. Marco tenía que seguir vivo, era una buena persona y su sonrisa llevaba años iluminando al motociclismo. Él ya no está, pero hay personas que dejan tanta huella que serán eternas, SuperSic era de esa clase de personas.
Es imposible no recordar sus rizos, los causantes de que la visera se le cayera siempre. Su dulce voz con ese acento italiano tan divertido y cautivador se seguirá escuchando y recordando.
Aunque algunos le tachaban de demonio, él era un ángel.
Pidió perdón por lo que pasó con Pedrosa y Lorenzo, a Dani incluso le mandó un largo mensaje disculpándose y deseándole lo mejor, tras el accidente que tuvieron. Pero eso no interesaba, parecía que no era noticia para los medios, era más fácil crucificar a ese chico del pelo alborotado y sonrisa permanente.
Daba igual lo que pasara, que le criticaran, que se metieran con él, o que le amenazaran, la sonrisa jamás se borró de su cara.
Su pilotaje era agresivo (no os podeis hacer una idea de lo que cuesta escribir la palabra era), él mismo lo reconocía, era su sello, no un motivo para criticarle. Eso era un motivo de admiración, su manera inconfundible de pilotar, sacando los codos. Ahora los que tanto le criticaban se dan cuenta de su valíay se arrepienten de haberse metido con él, ojalá todas las buenas palabras que le han dedicado ahora hubieran sido en vida, ojalá nunca se hubiera ido.
Es triste que muchos le reconozcan después de aquel trágico accidente. Pero ese no es el caso, no es mi caso, ni el de todos los amantes del motor, que como yo han seguido su carrera desde sus impacientes inicios en 125. Supo aprender a controlar la impaciencia, como él mismo dijo y a partir de ahí las cosas le empezaron a ir bien.
Algunos ven ridícula la tristeza por una persona que ha fallecido, pero que no conocías. Lo ridículo es pensar eso. Los ángeles como Marco te dan más sensaciones, alegrías y en este caso dolor, que muchas personas a las que conoces de tu vida diaria.
SuperSic tenía apodo de superhéroe y los superhéroes no dejan indiferente a nadie, o le querías o le odiabas. Los que le queríamos sabemos que era diferente, él era especial.
Ciao Marco, Ciao our SuperSic





                           

2 comentarios:

  1. Cuanta razón tienes en todo lo que has escrito, me cuesta mucho pensar que no lo volveremos a ver sobre el asfalto, y aun me caen lágrimas cuando veo los homenajes que les están haciendo, ha sido una semana dura.

    Besos.

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  2. Muchas gracias por leerlo, de verdad. A mi también me pasa eso, cuesta mucho hacerse a la idea de que ya no estará, pero aún así, le recordaremos siempre.
    Gracias
    Besos

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